Danny Weber
17:25 21-11-2025
© Rolls-Royce
Descubre el Rolls-Royce Ghost Gamer: edición a medida con estética 8‑bit, guiños a Space Invaders y Starlight animado, todo con un V12 de 6,75 l y 591 hp.
Según SPEEDME, Rolls-Royce ha presentado el exclusivo Ghost Gamer, un encargo a medida para un acaudalado devoto de los videojuegos retro. Inspirado en la era de las consolas de 8 bits, se sitúa entre los proyectos más inusuales de la marca.
Por fuera, luce un esquema bicolor —Salamanca Blue y Diamond Black—. La protagonista, sin embargo, es la coachline pintada a mano: los artistas de Rolls-Royce representaron un Cheeky Alien pixelado y una explosión 8‑bit estilizada. El motivo reúne 89 minipíxeles de 3×3 mm, un guiño directo a los años dorados de Nintendo y Sega.
Por dentro, la temática se refuerza con más convicción. Las molduras iluminadas de las puertas dan la bienvenida con las frases "Level Up", "Press Start" e "Insert Coin". Los asientos llevan la designación "Player 1–4" en estilo pixel. Las mesitas abatibles se rematan con placas metálicas que reproducen al mismo alien, y el panel central entre los asientos suma naves que remiten al clásico Space Invaders. El conjunto resulta más juguetón que efectista: nostalgia de fan filtrada por un oficio minucioso.
El Starlight Headliner, el célebre "cielo estrellado" de la casa, recibe una reinterpretación con protagonismo: en el Ghost Gamer se transforma en una arena de batalla espacial. Ochenta "cruceros" de fibra óptica simulan disparos láser gracias a un firmware desarrollado específicamente. Una forma ingeniosa de convertir un icono en detalle narrativo.
El apartado técnico permanece sin cambios: bajo el extenso capó trabaja un V12 de 6,75 litros con 591 hp y 900 Nm. En otras palabras, el Ghost Gamer es tanto una pieza coleccionable como una auténtica berlina de superlujo con potencia de sobra en reserva, suficiente para que no se perciba como una simple pieza de exhibición.