El tropiezo del iPhone Air enfría la apuesta por móviles ultrafinos

El iPhone Air ha resultado no solo un tropiezo para Apple, sino también una señal de alerta para todo el sector. En medio de una oleada de informes sobre ventas apagadas del modelo ultrafino, los fabricantes chinos de smartphones han empezado a congelar y cancelar proyectos del mismo corte.

El primer indicio fue difícil de pasar por alto: el iPhone Air siguió siendo fácil de conseguir justo después del lanzamiento, mientras que el iPhone 17 Pro se agotó con rapidez entre los fieles a la marca. Luego llegaron las informaciones de que Apple había recortado de forma drástica los pedidos de producción, hasta rozar la inactividad de las líneas, seguidas de afirmaciones de que la fabricación se detuvo por completo. En paralelo, Samsung habría tropezado con el mismo patrón: según se reportó, el Galaxy S25 Edge vendió tan poco que la compañía canceló su siguiente generación.

Ahora, fuentes citadas por Sina Finance y Jiemian.com señalan que las marcas chinas han tomado nota de estos tropiezos y han decidido dejar de perseguir la delgadez extrema. Xiaomi, OPPO, vivo y otras han cerrado sus proyectos al estilo Air o los han reformulado a fondo. El repliegue de Xiaomi destaca especialmente, pues se rumoreaba que preparaba un clon directo del iPhone Air.

Aunque Apple no suele desvelar cifras de ventas de dispositivos concretos, la suma de filtraciones y señales del mercado dibuja un cuadro coherente: la demanda de smartphones ultrafinos es, simplemente, demasiado débil. Si se añade el tropiezo similar de Samsung, el mensaje se vuelve más nítido: los compradores no están dispuestos a pagar precios premium por una delgadez extrema cuando acarrea sacrificios en batería y funcionalidades. Cuesta defender esa apuesta cuando el uso diario exige autonomía y funciones.

Así, una categoría que se presentó como la próxima gran revolución hoy se parece menos a una tendencia y más a una vía muerta tecnológica.