Cómo acelerar un iPhone lento: ajustes, limpieza y trucos

Danny Weber

09:28 03-12-2025

© A. Krivonosov

Guía completa para acelerar un iPhone lento: actualiza iOS, libera espacio, optimiza Safari, ajustes de batería y efectos. Soluciones sin servicio técnico.

A veces un iPhone se comporta como si estuviera atrapado en un lunes eterno: las apps se abren con un compás de retraso, Safari se lo piensa más de la cuenta y las animaciones se vuelven suaves hasta lo perezoso. Es tentador darlo todo por perdido y pensar en cambiar de móvil. Casi siempre la explicación es más terrenal: se ha acumulado desorden, falta espacio libre, los procesos en segundo plano hacen de las suyas y el sistema lleva tiempo sin actualizarse. La buena noticia es que recuperar la agilidad es realista y, por lo general, no hace falta magia ni pasar por un servicio técnico.

Actualiza

Empieza revisando iOS. Esa sensación de lentitud suele asomar tras mucho tiempo sin actualizar: las correcciones de errores y parches de seguridad acostumbran a domar tirones y rarezas como efecto colateral. Está en ‘Ajustes’ → ‘General’ → ‘Actualización de software’. La versión vigente al escribir estas líneas es iOS 26, y los pequeños saltos como 26.0.1 o 26.1 casi siempre ayudan. Las grandes actualizaciones anuales son otra historia: llegan con funciones y cambios visuales pensados para hardware reciente, pueden pesar más en modelos antiguos y exigen más almacenamiento. Aquí compensa ir con cautela: al día con los parches menores y, para el salto grande, valorar la edad del dispositivo.

Limpieza de memoria

Mucha gente aún barre apps desde la vista multitarea como si así se limpiara la casa con el pulgar. En la práctica, eso se considera desde hace tiempo inútil —e incluso contraproducente— porque iOS gestiona las aplicaciones por su cuenta. Lo que realmente despeja telarañas es un reinicio completo. En los modelos recientes, pulsa subir volumen, luego bajar volumen y mantén el botón de encendido hasta que aparezca el control deslizante. Apaga el teléfono, espera unos segundos y vuelve a encenderlo. A menudo despierta más fresco: la memoria se limpia y los procesos atascados se paran.

Ahorro de datos

Si quieres calmar el ruido de fondo, activar el Modo de datos reducidos ayuda más allá de los megas. Puede dar un empujón a la velocidad y a la batería al recortar tareas invisibles, pausar descargas automáticas y evitar que el correo se actualice solo. Entra en ‘Ajustes’ → ‘Datos móviles’ → ‘Opciones de datos móviles’ y activa el Modo de datos reducidos. Para Wi‑Fi, ve a ‘Ajustes’ → ‘Wi‑Fi’, toca la ‘i’ del lado de tu red y activa allí el ahorrador de datos.

Efectos visuales

Otro ajuste clave es el de los gráficos. Al iPhone le gusta lucir bien, pero ese brillo puede costar rendimiento en modelos veteranos. Puedes aligerar la carga reduciendo el movimiento: ‘Ajustes’ → ‘Accesibilidad’ → ‘Movimiento’ → ‘Reducir movimiento’. Esto desactiva el paralaje y algunas animaciones. En la misma zona, ‘Reducir transparencia’ dentro de ‘Pantalla y tamaño de texto’ simplifica esas capas tipo vidrio esmerilado. Y si usas iOS 26 o posterior, echa un vistazo a los efectos Liquid Glass: en ‘Pantalla y brillo’ puedes cambiarlos de ‘Clear’ a ‘Tinted’ para hacer la interfaz menos exigente.

Safari

El navegador integrado también puede acumular arena en los engranajes: cookies, caché e historial a veces se convierten en una causa silenciosa de ralentizaciones. Límpialos en ‘Ajustes’ → ‘Apps’ → ‘Safari’ → ‘Borrar historial y datos de sitios web’. Si buscas velocidad, lo más efectivo es eliminar todo el historial. El precio es el esperado: durante un tiempo los sitios olvidarán tus preferencias y la barra de direcciones no sugerirá páginas recientes hasta que vuelva a aprender tus hábitos.

Libera espacio

El sospechoso habitual de un iPhone perezoso es la falta de espacio libre. Los teléfonos suelen rendir mejor con al menos unos 10 GB libres —o alrededor del 10% de la capacidad total—. Compruébalo en ‘Ajustes’ → ‘General’ → ‘Almacenamiento del iPhone’. Verás qué se está comiendo el espacio y podrás actuar con puntería. El atajo más rápido es eliminar o descargar apps: ‘Descargar app’ conserva documentos y datos; ‘Eliminar app’ borra todo. Es útil si usas una app de forma esporádica pero no quieres perder su configuración.

Mensajes

El siguiente candidato: Mensajes. Si chateas mucho y compartes fotos, iMessage puede inflarse. Puedes mover los mensajes a iCloud activando la sincronización en los ajustes de tu Apple ID → iCloud → Mensajes, aunque eso a menudo topa con el almacenamiento de pago. La alternativa es borrar conversaciones que no necesitas, sobre todo las cargadas de multimedia. Si prefieres conservar el chat, hay una vía quirúrgica: abre una conversación, toca el nombre del contacto, entra en Fotos y elimina en lote las imágenes que te sobren. Un ajuste más que ayuda: configura que los mensajes de voz caduquen rápido —‘Ajustes’ → ‘Apps’ → ‘Mensajes’, y en la sección de Mensajes de audio pon ‘Caducar’ en ‘A los 2 minutos’ para que no se acumulen durante años.

Música y fotos

La música y las fotos también suelen acaparar espacio. Incluso en tiempos de streaming, muchos mantienen canciones descargadas. Puedes recortarlas en ‘Ajustes’ → ‘Apps’ → ‘Música’ → ‘Música descargada’, eliminando listas enteras o artistas concretos. Las fotos se aligeran con iCloud Fotos, pero eso también depende del almacenamiento de pago. Si no quieres pagar, el método de toda la vida funciona: conecta el iPhone a un Mac, importa tus imágenes en Fotos y luego elimínalas del teléfono. No olvides la carpeta ‘Eliminado recientemente’: si no, el espacio no se libera hasta dentro de 30 días. También compensa pasar la escoba por capturas de pantalla y ráfagas; ahí suelen estar los megas más fáciles.

Batería

Hay otro motivo de ralentizaciones inesperadas que muchos descubren tarde: la limitación por batería. En el pasado, Apple reducía el rendimiento en iPhone con baterías envejecidas para evitar apagados repentinos. En versiones antiguas de iOS esto aparecía en ‘Batería’ → ‘Salud de la batería’, mientras que en iOS 26 y posteriores el mecanismo cambió y pasó a llamarse Adaptive Power. Puedes desactivarlo en ‘Ajustes’ → ‘Batería’ → ‘Modo de energía’ para eliminar un posible tope del sistema. Ten en cuenta que ganar velocidad puede costar estabilidad, así que conviene revisar el estado de la batería y plantearse un reemplazo si hace falta.

Restablecimiento total

Si nada de lo anterior ayuda, queda la medida de choque: un restablecimiento total. Es lo más parecido a empezar de cero: borrar contenido y ajustes, devolver el teléfono a su estado de fábrica y luego restaurar desde una copia de seguridad. Ve a ‘Ajustes’ → ‘General’ → ‘Transferir o restablecer iPhone’ → ‘Borrar contenidos y ajustes’. A veces devuelve la chispa; pero si la ralentización vive en tus datos o apps, puede volver al restaurar. La vía más estricta es configurar el iPhone como nuevo, sin restaurar.

Último recurso

Y si ya lo has probado todo, toca acudir a Apple: siempre existe la posibilidad de que sea un problema de hardware que un diagnóstico o una reparación puedan resolver. Si la reparación no compensa por precio, queda el final honesto: comprar un iPhone nuevo. No es la salida más romántica, pero sí la realista.