Danny Weber
03:30 05-12-2025
© A. Krivonosov
Insiders señalan compras de DDR5 por empleados de OpenAI. En plena ola de IA, la demanda de DRAM presiona precios y stock, afectando a PCs y centros de datos.
Las afirmaciones se atribuyen al insider Moore’s Law Is Dead, quien sostiene que empleados de OpenAI supuestamente han estado yendo a tiendas para comprar cualquier kit de DDR5 disponible, no solo módulos ECC de nivel servidor. Según la publicación, estas compras podrían formar parte de una estrategia para asegurar memoria rápida para proyectos internos y, de paso, añadir presión a un mercado que ya lidia con problemas de disponibilidad y precios.
Conviene subrayar que no hay confirmaciones en forma de comunicados oficiales ni investigaciones independientes que verifiquen específicamente compras minoristas por parte de empleados; por ahora, son reportes sin corroboración procedentes de canales de insiders. Aun así, el relato más amplio de escasez en plena oleada de IA resulta verosímil. En octubre y noviembre, medios especializados informaron de que los planes de infraestructura de IA a gran escala (incluido el entorno del proyecto Stargate) podrían requerir cantidades enormes de DRAM —rozando porciones significativas de la capacidad global—, abarcando tanto DDR5 como memorias especializadas para aceleradores.
Si estas tendencias continúan, la presión sobre el segmento de consumo solo irá a más: cuando los grandes actores aseguran suministro con años de antelación, a los fabricantes y ensambladores les cuesta más mantener los precios a raya. Analistas ya advierten de un equilibrio oferta-demanda muy ajustado en DRAM y señalan que los precios por contrato podrían revisarse al alza a medida que crece el consumo de memoria del lado servidor.
Por ahora, la historia de empleados de OpenAI apareciendo en pasillos minoristas se lee más como un síntoma de nerviosismo en el mercado, donde cualquier rumor se convierte rápido en detonante de expectativas. Lo que sí queda claro es que la memoria se está convirtiendo en un cuello de botella para toda la industria: si la demanda corporativa sigue acelerándose, la DDR5 será un terreno disputado no solo por los centros de datos, sino también por usuarios que simplemente quieren actualizar su PC.