El alza de la DRAM impulsa el regreso de la ranura microSD a los smartphones

A medida que suben los precios de la DRAM, los fabricantes de smartphones sopesan el regreso de la ranura para tarjetas microSD, una decisión que permitiría a los usuarios ampliar el almacenamiento sin pasar a gamas más caras. Más que un guiño a la nostalgia, suena a pragmatismo en tiempos de costos al alza.

No hace tanto, una microSD era la forma más simple y asequible de ganar espacio. Después, las compañías se alejaron de esa opción y empujaron a los compradores hacia configuraciones internas más costosas. Ahora, el repunte de la DRAM —que ha llevado a gigantes como Micron a replegarse en el segmento de consumo— podría invertir la tendencia: según se comenta en la industria, los fabricantes vuelven a poner sobre la mesa la ranura microSD.

La lógica es clara: los usuarios optan por modelos base con menos almacenamiento y recurren a una tarjeta microSD para escalar, ahorrando dinero mientras las marcas protegen sus márgenes. Los nuevos estándares microSD Express atacan los cuellos de botella de rendimiento de etapas anteriores. Por ejemplo, las P9 Express de 512 GB de Samsung, con velocidad nominal de hasta 800 MB/s, se venden por 74,99 dólares, mientras que ampliar la memoria interna en algunas marcas puede costar hasta 200 dólares.

Las señales de presión son tangibles. Indicadores internos en grandes fabricantes como Samsung apuntan a que la oferta de DRAM sigue ajustada, y el precio de los módulos LPDDR5X de 12 GB ha pasado de 33 a 70 dólares. Ese cambio impacta de lleno en el costo de los teléfonos y devuelve a escena soluciones prácticas, como recuperar la ranura microSD.

Si los planes se mantienen, los primeros modelos con la ranura de vuelta llegarían en la segunda mitad de 2026, con la promesa de combinar un precio más amable, almacenamiento flexible y un rendimiento de memoria acorde con la actualidad.