Apple e Intel: posible acuerdo para fabricar chips del iPhone desde 2028

Danny Weber

17:29 08-12-2025

© A. Krivonosov

Un informe indica que Apple sumaría a Intel para fabricar chips de iPhone desde 2028, diversificando su cadena de suministro. Apple mantiene el diseño de SoC.

Parece que Intel podría volver al ecosistema de Apple, aunque no de la forma que muchos imaginaban. Un nuevo informe de la firma de inversión GF Securities asegura que Apple está barajando encargar a Intel la fabricación de una parte de los chips de futuros iPhone, con una producción que podría arrancar alrededor de 2028.

El analista Jeff Pu plantea que Apple e Intel podrían alcanzar un acuerdo de suministro por el que Intel produciría algunos procesadores móviles para los iPhone que no pertenezcan a la línea Pro. El plan pasaría por el próximo proceso 14A de Intel. En calendario, encajaría con un posible chip A22 para un hipotético iPhone 20 y para un iPhone 20e más contenido.

El informe subraya que Intel no participaría en la arquitectura de los chips. Apple seguiría diseñando sus propios SoC, mientras que Intel asumiría parte de la fabricación junto al socio clave de Apple, TSMC. En la práctica, Apple conservaría los planos y sumaría un segundo fabricante para repartir la carga.

No es la primera señal de un regreso parcial de Intel a la órbita de Apple. Anteriormente, el analista Ming-Chi Kuo indicó que Intel podría empezar a producir versiones de entrada de los chips M para Mac económicos y ciertos iPad a partir de 2027, supuestamente con el proceso Intel 18A.

Conviene recordar que esto no tiene relación con los antiguos chips x86 de Intel que se usaron en los MacBook. Cualquier procesador que Intel fabrique para Apple en el futuro seguiría los diseños compatibles con ARM de la compañía, la misma base de las familias M y A actuales.

¿Por qué dar este paso? Apple lleva años diversificando su cadena de suministro para no depender de un solo fabricante, en este caso TSMC. Incorporar a Intel podría aumentar la resiliencia ante sobresaltos en los semiconductores y ampliar la capacidad disponible. Para Intel, sería la ocasión de recuperar a un cliente de primer nivel y reforzar su posición en el mercado. En términos estratégicos, suena a una cobertura prudente para Apple y a una prueba de calado para Intel.

La gran incógnita es hasta qué punto podrá Intel igualar a TSMC y si alcanzará el listón de calidad de Apple. Aún es pronto para saberlo: los dispositivos con estos procesadores no se esperan hasta finales de la década. Si Intel cumple, todos salen ganando: Apple gana estabilidad, Intel asegura contratos y es probable que los usuarios apenas noten la diferencia.