Cómo mejorar el rendimiento de tu MacBook sin cambiar de equipo

Danny Weber

15:05 16-12-2025

© A. Krivonosov

Guía para acelerar tu MacBook: libera espacio, optimiza batería, controla procesos en Monitor de Actividad y recorta inicio. Mejora el rendimiento en macOS.

Muchos propietarios de MacBook tarde o temprano notan que el portátil se vuelve más perezoso. Las apps tardan más en abrirse, el sistema duda y los ventiladores suenan más de la cuenta. La mayoría de las veces no se trata de que el equipo “se haya hecho viejo” ni de un motivo para salir corriendo a por un Mac nuevo, sino de la acumulación de archivos, tareas en segundo plano y ajustes poco acertados. La buena noticia: en la mayoría de los casos se puede recuperar buena parte del rendimiento por cuenta propia. Pepelats News explica cómo darle un empujón a tu Mac.

El espacio libre es la base de un rendimiento estable

Un disco a rebosar es una de las causas principales de que macOS se ralentice. Cuando la unidad está casi llena, al sistema le falta margen para archivos temporales, cachés y el funcionamiento fluido de las apps. Puedes comprobar cómo vas en Acerca de este Mac, donde se muestra el desglose del almacenamiento. macOS también señala qué archivos ocupan más espacio y propone eliminar lo prescindible, vaciar la Papelera o mover datos a iCloud o a un disco externo. También viene bien limpiar las cachés del navegador y poner orden de vez en cuando en la carpeta Descargas. Liberar siquiera un 10–20 % del disco suele notarse en la velocidad.

La salud de la batería influye directamente en la velocidad

Poca gente repara en que una batería desgastada puede lastrar el rendimiento del MacBook. Cuando la batería está débil, el sistema limita automáticamente la potencia para alargar la autonomía. En los ajustes de batería conviene activar la carga optimizada y vigilar las apps que consumen mucha energía. Si el portátil pasa la mayor parte del tiempo enchufado, es útil desenchufarlo de vez en cuando tras una carga completa y asegurarse de que el equipo no se recalienta. Una batería en buen estado mantiene el rendimiento estable y evita bajones inesperados.

Controla las apps con Monitor de Actividad

Un solo proceso pesado puede frenar todo el equipo. El Monitor de Actividad integrado muestra qué apps cargan la CPU, ocupan memoria o devoran energía. Si algo aparece arriba de la lista y en realidad no lo necesitas, cerrarlo o desinstalarlo es la solución más sencilla. Un repaso periódico y rápido ayuda a evitar esos momentos en que el MacBook se vuelve torpe sin motivo aparente.

Las actualizaciones de macOS son algo más que funciones nuevas

Las actualizaciones del sistema se asocian a menudo con novedades, pero las correcciones de errores y las optimizaciones de rendimiento importan tanto o más. Un macOS desfasado puede ir más lento y llevarse peor con las apps actuales. Instalar las actualizaciones con regularidad refuerza la estabilidad y la seguridad y a menudo mejora la velocidad, sobre todo en los modelos recientes.

Recorta los elementos de inicio para un arranque más rápido

Cuantos más programas se abren con el sistema, más tarda el MacBook en arrancar y más recursos se esfuman desde el primer minuto. En los ajustes de la cuenta puedes revisar los ítems de inicio de sesión y quitar lo que no haga falta. Con ese simple recorte, el portátil arranca antes y no malgasta recursos en apps en segundo plano que no vas a usar de entrada.

Cuando no hace falta renovar

En la mayoría de los casos, las ralentizaciones del MacBook tienen menos que ver con un hardware envejecido y más con la acumulación de residuos del sistema. Poner orden en el almacenamiento, gestionar las aplicaciones, vigilar la batería y usar la versión actual de macOS puede insuflar nueva vida al portátil. Nada de esto exige habilidades especiales ni pasar por un servicio técnico: está al alcance de cualquiera. Tras un mantenimiento así de rutinario, las ganas de comprar un MacBook nuevo suelen disiparse por sí solas.