Danny Weber
18:19 26-12-2025
© E. Vartanyan
Aprende a configurar en PS5 controles parentales: límites de tiempo, filtros por edad, compras seguras y chat online, desde la consola y la PS App, con alertas.
PlayStation 5 no solo puede ser una consola potente, sino también un espacio seguro para un menor si se configura con criterio. En los últimos años, Sony ha ampliado notablemente sus controles parentales, que ahora permiten ajustar con precisión el tiempo de pantalla, el acceso a contenidos, las interacciones en línea y los gastos. La clave está en entender de una vez la lógica de estos ajustes y usarlos con confianza.
Todas las restricciones en PS5 funcionan a través del sistema de cuentas familiares. El niño necesita una cuenta propia vinculada al perfil de un adulto, que pasa a ser el administrador familiar. Un perfil infantil no puede convertirse en adulto hasta que alcance la edad establecida, y la consola utiliza ese perfil para determinar qué está disponible.
La configuración empieza en Ajustes → Controles Familiares y Parentales → Gestión de la Familia. Tras introducir la contraseña de la cuenta del adulto, hay que añadir un nuevo miembro de la familia y especificar que se trata de un niño. La PS5 pedirá escanear un código QR que abre una página segura de Sony con un registro guiado paso a paso.
Durante la creación, el sistema solicita la fecha de nacimiento. Con ese dato, la PS5 aplica automáticamente restricciones por edad para juegos y funciones. Después se introduce el correo del niño, se crea una contraseña y se confirma la cuenta. El perfil aparece en la lista de la familia y queda listo para un ajuste más fino.
Una de las herramientas más útiles es la gestión del tiempo. Para cada cuenta infantil se puede fijar un límite diario en horas o definir franjas concretas en las que se permite jugar. La consola puede avisar cuando el tiempo está a punto de terminar o cerrar la sesión de forma automática.
Lo importante: estos límites se asocian a la cuenta, no a una PS5 concreta. Si el niño inicia sesión en otra consola de la casa, las normas siguen vigentes. Los reportes de uso se pueden consultar tanto en la PS5 como desde la aplicación móvil de PlayStation.
La PS5 se apoya en las clasificaciones por edad y sus equivalentes regionales. Un adulto puede establecer el nivel permitido para los juegos, y los títulos por encima de ese umbral simplemente no se abrirán sin aprobación. Se pueden aplicar límites similares a la reproducción de Blu‑ray y DVD, y el navegador integrado puede desactivarse por completo.
Esto cobra especial sentido cuando la consola sirve no solo para jugar, sino también para ver vídeos a través de distintas aplicaciones.
Una sección aparte reúne comunicación y contenido generado por usuarios. Aquí es posible restringir los mensajes, el chat de voz, el uso de capturas y clips, y la visibilidad del perfil. Para los más pequeños, desactivar por completo el multijugador en línea suele ser una decisión sensata; para adolescentes, se puede limitar la interacción solo a los amigos.
Estas reglas se aplican en los juegos compatibles y no dependen de lo que ofrezca cada título en sus propios menús.
Una cuenta infantil no puede usar tarjetas bancarias de forma directa, pero sí acceder a la cartera del administrador familiar. Los padres pueden fijar un límite mensual de gasto o bloquear las compras por completo. Esto cubre juegos, complementos, suscripciones y moneda dentro de los juegos. Cualquier intento de superar el límite requiere la aprobación de un adulto.
Tras definir las restricciones, conviene añadir al niño como usuario en la consola e iniciar sesión con su cuenta. La interfaz de la PS5 se adapta a las normas: los juegos no permitidos muestran un icono de candado y las acciones bloqueadas simplemente no se ejecutan.
Todos los parámetros pueden ajustarse a distancia desde la PS App o el sitio web de PlayStation. Los cambios se sincronizan casi al instante, algo especialmente cómodo en hogares con varias consolas.
Una PS5 bien ajustada no es un catálogo de prohibiciones, sino una herramienta para fomentar hábitos de juego saludables. Los controles parentales de Sony ayudan a crear un entorno seguro y predecible donde el niño puede jugar, relacionarse y aprender a moverse por el mundo digital sin sobrepasar los límites que marques.