Cómo el estilo de tus prompts influye en las alucinaciones de la IA

Danny Weber

17:07 18-10-2025

© RusPhotoBank

Un estudio en arXiv revela que el estilo de tus prompts influye en las alucinaciones de la IA. Descubre por qué ocurre, pruebas y cómo reducir el riesgo.

Un estudio reciente sugiere que las “alucinaciones” de la IA a menudo se activan por la propia forma en que escriben los usuarios. Publicado el 3 de octubre en arXiv.org, el trabajo “Mind the Gap: Linguistic Divergence and Adaptation Strategies in Human-LLM Assistant vs. Human-Human Interactions” sostiene que el modo de formular un prompt influye de manera directa en la aparición de hechos, citas o fuentes inventadas en las respuestas.

Los autores analizaron más de 13.000 diálogos entre personas y más de 1.300 interacciones entre humanos y chatbots. Detectaron que, al dirigirse a un sistema de IA, la gente escribe distinto: más breve, con gramática más débil, más brusca y con un vocabulario más limitado. El contenido puede ser el mismo, pero el registro cambia de forma notable; es lo que describen como un claro desplazamiento de estilo.

El desajuste importa porque los grandes modelos de lenguaje se entrenan con textos amables y bien formados. Así, una redacción tajante o descuidada puede leerse de forma ambigua y empujar al sistema a completar con inventos. Quien haya conversado con bots lo habrá notado: pequeños matices de tono o de claridad bastan para inclinar el resultado.

Posibles soluciones

El equipo probó varias vías. Una consiste en entrenar los modelos con un abanico más amplio de estilos de habla, lo que mejora en un 3% la precisión para captar la intención del usuario. Otra es la paráfrasis automática de los prompts, pero ese enfoque redujo la calidad al perder matices emocionales y contextuales.

Conclusión clave

Los autores señalan que los usuarios pueden reducir el riesgo de respuestas inventadas si redactan prompts más completos, gramaticalmente cuidados y corteses, acercando la charla con la IA a una conversación humana corriente. Es una pequeña costumbre que merece la pena adoptar.