Am9080: el primer procesador de AMD que nació del 8080 y encendió la rivalidad con Intel

Danny Weber

17:17 25-10-2025

© RusPhotoBank

Descubre la historia del AMD Am9080, el clon del Intel 8080 nacido en 1975 que, entre ingeniería inversa y licencias cruzadas, lanzó la rivalidad AMD vs Intel.

Cinco décadas atrás, en 1975, AMD lanzó su primer procesador, el Am9080: una versión obtenida mediante ingeniería inversa del 8080 de Intel. No era un diseño original, pero aquel clon funcionó como trampolín, convirtió centavos en millones y preparó el terreno para una rivalidad de décadas que aún define el mercado de CPU.

La historia del Am9080 empezó en 1973, cuando tres ingenieros —Ashona Haley, Kim Haley y Jay Kumar— fotografiaron al microscopio una muestra del Intel 8080 durante su último turno en Xerox. A partir de unas 400 imágenes detalladas, reconstruyeron esquemas y diagramas lógicos, y luego ofrecieron el paquete por Silicon Valley. AMD mordió el anzuelo y decidió fabricar el procesador con su nueva tecnología MOS de canal N. Para 1974, los primeros ejemplares del Am9080 ya estaban listos; en 1975, el chip entró en producción masiva.

Las cuentas parecían de fábula startup: a AMD cada chip le costaba unos 50 centavos y se vendía por 700 dólares, principalmente a clientes militares que exigían microprocesadores fiables de una segunda fuente. Esa condición pronto blindó a AMD frente a escaramuzas legales con Intel. En 1976, ambas compañías firmaron un acuerdo de licencias cruzadas que autorizó oficialmente a AMD a producir el 8080 con su propio nombre. El trato supuso 25.000 dólares por adelantado y 75.000 al año, aunque lo decisivo fue el acceso al mercado y la legitimidad que aportó. Con el tiempo, se ve como una jugada maestra pragmática.

El Am9080 se convirtió en la base sobre la que AMD levantó sus ambiciones en procesadores. Con los años, la empresa lanzó decenas de variantes con frecuencias de 2 a 4 MHz y rangos de temperatura de funcionamiento entre −70 y 125 °C. Gracias a un proceso más avanzado, AMD hizo la pastilla más pequeña y veloz que la del 8080 original de Intel. Con el tiempo, pasó a desarrollar arquitecturas propias: ya no copiaba, competía.

Medio siglo después, el Am9080 recuerda que el inicio de una gran carrera tecnológica depende tanto del riesgo, la astucia y el momento oportuno como del genio deslumbrante. Hay una ironía elocuente en que un clon “pirata” del 8080 encendiera el duelo que aún moldea el panorama de los procesadores.