La Comisión Europea investiga a Google por su política antispam y el abuso de reputación del sitio

La Comisión Europea ha abierto una nueva investigación antimonopolio contra Google, esta vez por su política antispam y lo que denomina abuso de reputación de sitio. Según Reuters, las quejas de editores europeos exponen a la compañía a una sanción que, al amparo de la Ley de Mercados Digitales (DMA), podría alcanzar hasta el 10% de su facturación mundial.

Desde marzo del año pasado, Google ha endurecido las reglas contra el llamado SEO parasitario, una práctica en la que los sitios alojan material de terceros para aprovechar la autoridad del dominio principal y escalar posiciones en los resultados. A medida que esta táctica se extendió, la empresa respondió con su política contra el abuso de reputación del sitio.

Bruselas, sin embargo, advierte un efecto colateral inquietante. El seguimiento de la Comisión indica que Google ha rebajado de forma sistemática la visibilidad de artículos de medios y editoriales cuando aparece contenido de afiliación. El resultado es que los editores pierden una de sus vías legítimas de monetización, un riesgo que, a juicio del regulador, puede recortar ingresos clave en un sector ya tensionado. El equilibrio entre frenar el spam y no asfixiar a las redacciones se percibe especialmente frágil.

La comisaria de política digital, Teresa Ribeiro, señaló que el bloque está preocupado por una posible discriminación contra los editores de noticias y que examinará si Google cumple con las exigencias de la DMA de trato justo y no discriminatorio. Con esta posición, la carga de demostrar que los filtros son neutrales y proporcionados recae en Google.

Google discrepa con firmeza. Pandu Nayak, científico jefe de Búsqueda de Google, sostuvo que la investigación podría empeorar la calidad de los resultados y defendió que las normas de la compañía apuntan exclusivamente a combatir lo que considera contenido manipulador. También remarcó que un tribunal alemán ya declaró que la política de Google es legal y está justificada. Es un punto a favor de la empresa, aunque el escrutinio de la UE suele seguir su propio rumbo.

La pesquisa apenas comienza y, si la Comisión termina fallando en contra de Google, la compañía podría enfrentarse a una de las mayores multas en la historia de la regulación antimonopolio europea. El desenlace puede marcar cómo las plataformas combaten el spam de SEO sin mermar la capacidad de los editores para generar ingresos.