La UE pone bajo lupa el cloud: ¿llegará la DMA a AWS, Azure y Google Cloud?

Los gigantes tecnológicos Amazon, Microsoft y Google podrían sentir pronto la presión de la Unión Europea: según Bloomberg, los reguladores preparan una amplia revisión del mercado de computación en la nube y estudian si aplicar la estricta Ley de Mercados Digitales (DMA) de la UE a las tres mayores plataformas. Sería la primera vez que la norma se extiende más allá de los servicios clásicos orientados al consumidor para alcanzar a los proveedores de infraestructura que los sostienen.

Fuentes señalan que la Comisión Europea analiza si Amazon Web Services, Microsoft Azure y Google Cloud deben asumir un abanico más amplio de obligaciones, pese a que su clientela principal son empresas y el número de usuarios finales resulta difícil de medir. Ese criterio de audiencia, hasta ahora, ha ayudado a los líderes del cloud a mantenerse fuera de la línea de fuego directa de la DMA.

Sin embargo, una serie de caídas prolongadas y muy visibles —desde un colapso de AWS de 15 horas que afectó a Apple, McDonald’s y Epic Games hasta incidentes críticos recientes en Microsoft Azure y Google Cloud— ha puesto de relieve los riesgos de que un puñado de compañías concentre el esqueleto de los servicios digitales. En Bruselas preocupa la dependencia sistémica de un grupo estrecho de proveedores y existe disposición a revisar quién debe quedar dentro del régimen.

Las posibles obligaciones de la DMA para las firmas de nube podrían incluir la interoperabilidad obligatoria con software rival, una portabilidad de datos más sencilla para los clientes y la prohibición de impulsar de forma agresiva sus propios productos y servicios. Si la Comisión concluye que se incumplen las reglas, las sanciones podrían ascender a cientos de millones de euros, como ya ilustra la experiencia de Apple.

Aún no hay una decisión formal, pero la dirección parece evidente: por primera vez, la UE se dispone a aplicar sus normas digitales más duras a los cimientos mismos de la infraestructura informática global. En un sector que se vende por su resiliencia y su tiempo de actividad, incluso el amago de ese giro basta para poner a todos en alerta.