Atlas Data Storage lanza Eon 100, archivo en ADN: hasta 60 PB por litro y 1.000 veces más denso que LTO-10, para conservación a largo plazo y acceso esporádico.
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Atlas Eon 100 promete almacenar hasta 60 petabytes de datos en un volumen inferior a un litro. Atlas Data Storage ha presentado un servicio comercial de archivo basado en ADN y asegura que su solución es aproximadamente 1.000 veces más densa que el estándar de cinta LTO-10. Según sus cálculos, eso equivale a unos 660.000 largometrajes en 4K y, en vez de estanterías llenas de cintas, el sistema se apoya en un conjunto compacto de módulos con cápsulas de un tamaño similar al de una pastilla.
Puede sonar a ciencia ficción, pero el mecanismo es directo: la información no se codifica como pistas magnéticas, sino como secuencias de letras del ADN (A, C, G, T). Ese ADN se sintetiza, se sella en cápsulas protectoras y se almacena como soporte físico. A diferencia de los discos y cintas pensados para el acceso continuo, aquí se busca un archivo de largo aliento para conservar casi de forma indefinida colecciones culturales, material original poco común, conjuntos de datos científicos o modelos de IA. La idea cambia el “encender y usar” por un “guardar con calma y recuperar cuando realmente haga falta”.
La durabilidad es su principal baza. La empresa afirma que las cápsulas pueden conservar la información durante miles de años sin ciclos preventivos de refresco y tolerar temperaturas de hasta 40 °C. En contraste, la cinta magnética en el sector suele actualizarse con regularidad y mantenerse bajo un control estricto de temperatura y humedad. Atlas también señala que duplicar archivos en ADN podría ser más sencillo, dado que la replicación del ADN es un proceso bien establecido en biotecnología. De confirmarse, sería un alivio para quienes hoy dependen de migraciones periódicas y costosas.
Conviene subrayar que Eon 100 no es un dispositivo doméstico que se enchufe por USB. Atlas vende un servicio dirigido a organizaciones: por ahora invita a los interesados a ponerse en contacto mediante un formulario en su web, y los precios no son públicos. En su documentación menciona socios de síntesis de ADN como Twist Bioscience, un nombre ya vinculado a proyectos destacados de almacenamiento de datos en ADN.
Aunque las cifras impresionan, el almacenamiento en ADN no sustituirá pronto a los SSD ni a la nube: escribir y leer estos archivos es intrínsecamente complejo y lento, así que la tecnología apunta a la custodia a largo plazo y a recuperaciones esporádicas. Aun así, la llegada de una oferta comercial sugiere que la memoria en ADN empieza a salir del laboratorio y tantea un nicho donde la densidad y la resistencia pesan más que la inmediatez.