Galaxy Z TriFold: reparar la pantalla triple cuesta casi como un S25 Ultra

El Galaxy Z TriFold de Samsung ha captado miradas no solo por su formato insólito, sino también por una posible factura de mantenimiento que puede echar para atrás. Los primeros cálculos de reparación apuntan a que sustituir la pantalla principal costaría casi tanto como comprar un Galaxy S25 Ultra nuevo.

El TriFold apenas se presentó y enseguida empezó a escasear. Con su pantalla triple que se despliega hasta convertirse en tableta, se habría agotado en cuestión de minutos pese al suministro limitado. El reverso de esa sofisticación es evidente: el diseño intrincado deja un panel interno vulnerable y, sobre todo, muy caro.

Según la información disponible, cambiar la pantalla exterior cuesta entre 137.000 y 226.000 won (unos 90–150 dólares), cifras en línea con otros plegables. El sobresalto llega con el panel interior de tres secciones: la sustitución se estima entre 1,65 y 1,83 millones de won, aproximadamente 1.120–1.240 dólares. Para comparar, un Galaxy S25 Ultra nuevo en Corea del Sur ronda los 1,67 millones de won. En otras palabras, arreglar la pieza que define al TriFold puede salir prácticamente por lo mismo que comprar un buque insignia sin bisagras.

Hay otro factor: la escasez. Se indica que cada tienda principal de Samsung cuenta con apenas 15–30 unidades y que, a nivel nacional, las ventas no superan por ahora unos pocos miles. Todo apunta a un despliegue experimental, lo que también ayuda a entender por qué el servicio técnico marca esos precios.

Aunque estas cifras proceden de fuentes no oficiales y podrían variar, la tendencia salta a la vista: la tecnología de plegado de vanguardia sigue siendo cara tanto al pasar por caja como al cruzar la puerta del taller. El Galaxy Z TriFold apunta hacia el futuro del smartphone; por ahora, eso sí, ese futuro viene con un recargo notable.