Cómo el alza de DRAM y NAND impulsa los beneficios de Samsung y SK hynix
Analistas prevén beneficios récord para Samsung y SK hynix por el rally de precios en DRAM y NAND; encarecimiento alcanzará a smartphones y portátiles en 2026.
Analistas prevén beneficios récord para Samsung y SK hynix por el rally de precios en DRAM y NAND; encarecimiento alcanzará a smartphones y portátiles en 2026.
© A. Krivonosov
Analistas surcoreanos señalan que Samsung podría convertirse en una de las grandes ganadoras del actual rally de precios en memoria. Con los costes de DRAM y NAND al alza, consumidores y fabricantes de electrónica están pagando más por componentes clave, mientras los mayores proveedores de chips de memoria registran resultados financieros de récord.
Según ChosunBiz, las firmas de análisis han revisado al alza las previsiones de beneficios de Samsung. Las nuevas estimaciones sitúan su beneficio operativo del próximo año en torno a 73.000 millones de dólares—107,6 billones de wones—muy por encima de las proyecciones anteriores, que oscilaban entre 90 y 100 billones de wones. El giro deja claro hasta qué punto este ciclo se ha inclinado con rapidez a favor de los fabricantes de chips.
Para SK hynix también se esperan cifras sólidas. Las últimas proyecciones apuntan a un beneficio operativo en torno a 93,8 billones de wones, unos 63.800 millones de dólares. En conjunto, los dos gigantes coreanos se perfilan como los principales beneficiarios de un mercado en el que el aumento de precios de la memoria aprieta en todos los frentes.
Counterpoint Research advierte de que la subida se propagará por buena parte de la electrónica de consumo. La memoria podría representar hasta el 25% del coste de materiales de un smartphone y, de aquí a 2026, ese efecto podría recortar los envíos globales de dispositivos en un 2,6%. En otras palabras, la carga del coste no se queda aguas arriba.
Con una oferta que sigue ajustada, los fabricantes de dispositivos ya estudian cómo adaptarse. Algunos podrían recuperar móviles económicos con 4 GB de RAM y, en los modelos de gama alta, volver a admitir tarjetas microSD para ampliar el almacenamiento. En portátiles, más marcas valoran si 8 GB de RAM debería ser el nuevo mínimo. No es la solución más amable para el usuario, pero como medida temporal resulta una forma pragmática de contener precios mientras el mercado se recalibra.