Las ventas de hardware de videojuegos en Estados Unidos han caído a su nivel más bajo en 35 años mientras los precios se disparan. Según datos del Retail Tracking Service de Circana, compartidos por el analista Matt Piscatella, en noviembre se vendieron apenas 1,6 millones de unidades: es el registro más bajo desde noviembre de 1995.
Para contextualizar, en noviembre de 2019 se colocaron 3,39 millones de dispositivos. El precio medio por unidad alcanzó un récord de 439 dólares, frente a los aproximadamente 235 dólares de hace cinco años. Dicho de otro modo, los consumidores pagan bastante más y se llevan a casa muchos menos equipos, una instantánea que retrata una campaña navideña donde las etiquetas más altas están enfriando el entusiasmo.
En la comparación interanual, el gasto de noviembre en hardware de juego retrocedió un 27%. Las ventas de contenido subieron un 1%, mientras que los accesorios cayeron un 13%. Si se amplía el foco al acumulado del año, las ventas de hardware todavía avanzan en torno a un 10%, una señal de que el impulso ha sido irregular a lo largo del calendario.
Los analistas subrayan que las cifras se ciñen al mercado estadounidense y no reflejan la evolución global. A la par, crece el interés por las suscripciones: el gasto en estos servicios aumentó un 16% frente al año anterior. En conjunto, los jugadores parecen destinar montos similares a los juegos, pero redirigen más de ese presupuesto a contenido y servicios digitales, aplazando compras de dispositivos costosos; un giro que sugiere que, por ahora, los hogares priorizan la flexibilidad frente a la propiedad.