iPhone Air vs Galaxy S25 Edge: Geekbench, hardware y rendimiento
Comparamos iPhone Air y Galaxy S25 Edge: resultados de Geekbench, diferencias de hardware y uso real. Además, el papel del Exynos 2600 rumbo al Galaxy S26.
Comparamos iPhone Air y Galaxy S25 Edge: resultados de Geekbench, diferencias de hardware y uso real. Además, el papel del Exynos 2600 rumbo al Galaxy S26.
© A. Krivonosov
Apple presentó la nueva familia iPhone 17, y el foco rápidamente se posó en el iPhone Air, un modelo que muchos analistas describen como la respuesta de la compañía al Galaxy S25 Edge. Pero las primeras pruebas sintéticas ponen orden entre tanto ruido: pese a compartir la idea, el recién llegado de Apple queda por detrás de su rival de Samsung.
Los resultados de Geekbench hablan por sí solos. En rendimiento de un solo núcleo, el iPhone Air se impone con 3674 puntos frente a los 3093 del Galaxy S25 Edge. En las pruebas multinúcleo, sin embargo, el liderazgo cambia de manos: 9802 para Samsung frente a 8824. En el uso real, esa inclinación favorece al S25 Edge en cargas exigentes, multitarea y procesos en segundo plano, donde el margen adicional suele hacerse notar.
Las prioridades de hardware apuntan en la misma dirección. El Galaxy S25 Edge ofrece una pantalla de mayor tamaño, una batería de más capacidad y un sistema de cámaras más amplio. Sumado al Snapdragon 8 Elite insignia, su potencial en el día a día suena más convincente: un conjunto que no solo luce bien sobre el papel, sino que sugiere menos concesiones en la rutina.
Hay otro giro en esta carrera por el rendimiento: el Exynos 2600 también apareció en pruebas y se rumorea que impulsará la serie Galaxy S26. Sus cifras suben aún más: 3309 en un solo núcleo y 11256 en multinúcleo, un salto que deja en entredicho la posición del A19 Pro de Apple, ya que los nuevos iPhone registran números más contenidos.
Así, mientras Apple explora terreno con el iPhone Air, Samsung no solo mantiene el pulso en rendimiento, sino que parece lista para apretarlo con la llegada del Galaxy S26. Por ahora, el impulso se inclina del lado de Samsung.