Samsung Exynos 2600: Xclipse 960 con RDNA 4 y ENSS para gaming móvil

Samsung eleva la apuesta en gráficos móviles propios. El nuevo Exynos 2600 es el primer SoC que recurre a una versión personalizada de RDNA 4 de AMD: no es un port directo, sino una adaptación a fondo pensada para teléfonos y fabricada con un proceso GAA de 2 nm. Es un movimiento relevante que sugiere ambiciones de mayor calado para el apartado gráfico dentro de la casa.

En el corazón de la GPU Xclipse 960 está la arquitectura MGFX4, una iteración escalada y modificada de RDNA 4 que reemplaza a MGFX3 del Exynos 2500. Según Samsung, el nuevo chip duplica el rendimiento de cómputo respecto a la generación anterior, mientras que el trazado de rayos mejora un 50%. La mejora llega de bloques de cómputo rediseñados y de una gestión más afinada de las cargas de IA, una combinación que debería pesar tanto en juegos como en aplicaciones cada vez más dependientes de estos modelos.

El Exynos 2600 integra ocho WGP, cada uno con dos unidades de cómputo. La GPU se queda en un máximo de 980 MHz —ligeramente por debajo de la Xclipse 950—, pero las revisiones de arquitectura parecen compensar el menor reloj. También suma ENSS (Exynos Neural Super Sampling), la tecnología de reescalado de Samsung en la línea de DLSS y FSR, que se apoya en IA para mejorar la imagen sin penalizar en exceso el rendimiento. Sobre el papel, es el tipo de ayuda que el gaming móvil reclama.

Aun así, el Exynos 2600 sigue por detrás de Qualcomm. En Geekbench 6, la Xclipse 960 queda por detrás del Adreno 840 del Snapdragon 8 Elite Gen 5 en torno a un 10–20%, especialmente en Vulkan. La ventaja de Qualcomm proviene de un mayor número de unidades de cómputo y de frecuencias más altas. Dicho esto, la brecha ya no se percibe tan acusada como en generaciones previas, y solo eso ya cambia el tono de la rivalidad.

Se espera que el Exynos 2600 debute en los Galaxy S26 y S26+, y Samsung ha anunciado un nuevo sistema de refrigeración Heat Pass Block que reduce la resistencia térmica un 16%. Hasta qué punto eso se traducirá en sesiones de juego reales se verá a medida que se acerque el lanzamiento, previsto de forma preliminar para marzo de 2026. De momento, la dirección resulta prometedora y, sobre todo, más competitiva que antes.