En 2025, Bose optó por pulir en lugar de reinventar y afinó la muy querida línea QuietComfort Ultra. La compañía lanzó la segunda generación de los modelos de diadema y los auriculares intrauditivos de la familia. A simple vista no hay giros drásticos, pero los pequeños retoques suman: los QuietComfort Ultra Headphones resultan más convincentes y, probablemente, la apuesta más sólida entre los modelos prémium con cancelación activa de ruido.
Qué hay de nuevo
La novedad titular es la cancelación activa de ruido. La tecnología ActiveSense ahora responde con más sutileza a cambios bruscos en el volumen ambiente. La mayor parte del tiempo ese matiz queda en segundo plano, pero cuando un estallido de ruido podría estorbar, la mejora se nota. En conjunto, la cancelación sigue en nivel de referencia: Bose mantiene la delantera frente a sus rivales.
Otra incorporación destacada es el Modo Cine. Este perfil de sonido optimiza los diálogos, mantiene las voces nítidas y conserva un paisaje sonoro amplio y espacioso. Encaja mejor con películas y series, aunque también funciona con pódcasts y audiolibros.
La autonomía mejora de forma notable. Ahora los auriculares alcanzan hasta 30 horas con ANC activada, hasta 45 horas con ANC desactivada y alrededor de 23 horas cuando se combinan ANC y Audio Inmersivo. Frente a la primera versión, esas cifras suben al menos cinco horas.
Bose también revisó la gestión de energía. Además del apagado automático a los 10 minutos, hay modos de bajo consumo: los auriculares entran en reposo tras 30 minutos de inactividad o pasan a un estado profundo cuando se pliegan las copas. En el día a día rara vez hace falta gestionar nada; ponérselos o quitárselos suele bastar.
Un cambio largamente esperado llega con el audio sin pérdidas por USB‑C. La conexión por cable a un teléfono, portátil o tableta permite reproducción de 16 bits y de 44,1 a 48 kHz. Es un guiño para quienes valoran la resolución y prefieren flujos sin compresión.
Sonido y comodidad
Bose se mantiene fiel a su sello: los nuevos QuietComfort Ultra son excepcionalmente cómodos. Los cojines suaves facilitan llevarlos toda una jornada de trabajo o un vuelo transatlántico sin fatiga.
La calidad sonora también da un paso adelante gracias al Audio Inmersivo. A diferencia de algunas alternativas, no requiere pistas especiales: el estéreo convencional se expande a una escena más amplia. La música gana aire, las voces salen más limpias y la percusión y los sintetizadores se sienten menos comprimidos. Con discos acústicos, la sensación de escena es convincente, con profundidad y detalle que invitan a quedarse.
La cancelación de ruido, como antes, sigue marcando el estándar. Sonidos indeseados —del zumbido de un ventilador a las conversaciones de oficina— prácticamente desaparecen, y hasta irrupciones bruscas como el ladrido de un perro quedan muy atenuadas. En este frente, Bose supera con holgura a Sony y Sennheiser.
Puntos débiles
El principal pero de esta generación es el precio. Con 449 dólares, se sitúa a la par de otros modelos prémium, pero sigue siendo una barrera importante. Para quienes se queden fuera por coste, Bose ofrece una alternativa con los QuietComfort Headphones por 359 dólares.
El diseño apenas cambia: las horquillas metálicas ahora lucen un acabado brillante. A algunos les gustará el acento renovado, aunque en el color Driftwood Sand puede resultar algo llamativo.
Veredicto
La segunda generación de los Bose QuietComfort Ultra Headphones no supone una revolución. Tampoco la necesitaba. La compañía reforzó lo esencial, corrigió los puntos flojos y hizo que convivir con los auriculares resulte más sencillo. Más batería, audio sin pérdidas por USB‑C y un ahorro energético más inteligente ofrecen motivos de peso para actualizar.
Si buscas los mejores auriculares con cancelación activa de ruido, este modelo es una apuesta segura. No persigue un rediseño vistoso ni trucos; prefiere afianzar, casi en silencio, su estatus de referencia en su categoría.