La investigación de la tragedia del sumergible Titan de OceanGate en 2023 dejó un hallazgo inesperado. Entre los restos, los especialistas localizaron una cámara SubC Rayfin Mk2 Benthic para aguas profundas que albergaba una tarjeta SD SanDisk Extreme Pro de 512 GB, un modelo de consumo cuyo precio es de apenas 62 dólares. Pese a la enorme presión del fondo oceánico, el soporte de almacenamiento resultó estar plenamente operativo.
La cámara fue localizada cerca del principal campo de restos durante una expedición de seguimiento. Sus lentes y placas electrónicas habían quedado destruidas, pero el compartimento de la ranura de memoria permanecía sellado. En un laboratorio de Terranova, los ingenieros extrajeron la tarjeta sin señales de daño físico. Especialistas de la Junta de Seguridad en el Transporte de Canadá realizaron una copia bit a bit para conservar los datos y proceder a su análisis.
De la tarjeta se recuperaron doce fotografías y nueve videos, a 12,3 MP y en 4K UHD. Sin embargo, solo mostraban el taller del Marine Institute en Terranova, donde se preparaba el equipo; no había imágenes de los últimos minutos del Titan bajo el agua. Durante las misiones, el material de las cámaras del sumergible se grababa en una unidad externa.
La resistencia de un dispositivo de memoria barato sorprendió a los investigadores: un componente de uso masivo soportó condiciones que destruyeron el sumergible. El hallazgo pone de relieve la dureza y la fiabilidad del almacenamiento sólido moderno y, de paso, la ironía de aquello que logra sobrevivir en las profundidades.