La GeForce RTX 5090 Founders Edition, buque insignia de Nvidia y pensada como escaparate de rendimiento y diseño, se ha colocado en el centro de una polémica. Un reconocido especialista en reparación de electrónica del canal de YouTube Northridge Fix criticó la tarjeta y la describió como uno de los peores diseños de GPU que se ha encontrado. No es precisamente el estreno de referencia que Nvidia desearía.
En un video de desmontaje, el técnico afirmó que la RTX 5090 FE resulta prácticamente irreparable si se daña su conector interno: esa pieza concreta no puede conseguirse ni sustituirse. La tarjeta llegó tras la instalación de un bloque de agua de un tercero; a partir de entonces dejó de enviar señal de video. De las dos tarjetas del cliente, una pudo recuperarse, pero la Founders Edition quedó sin remedio.
Al abrir el dispositivo, encontró que la RTX 5090 FE está construida en dos secciones modulares unidas por un conector FPC muy frágil. Comparó el diseño con una red de fontanería, donde cada unión extra aumenta el riesgo de fuga; una analogía difícil de rebatir en este contexto. En su criterio, un daño en ese conector bastó para inutilizar la tarjeta, pese a que el resto de la electrónica parecía intacta.
El quid del problema, señaló, es la disponibilidad: el conector dañado no se encuentra a la venta. Tras revisar las fuentes habituales, no halló nada: la pieza sencillamente no está disponible de forma pública. Y eso abre inevitablemente la duda de por qué la tarjeta está dividida en dos partes si el enlace crítico no puede reemplazarse.