El usuario de Reddit u/thatavidreadertrue (Avid) llevó a cabo un experimento arriesgado, pero convincente, con un portátil gaming Asus ROG Zephyrus M16 equipado con una RTX 4090. Con un shunt mod, elevó el presupuesto de energía de la GPU de 150 W a 240 W y arañó hasta un 20% extra de rendimiento.
Para lograrlo, soldó una resistencia adicional de 1 mΩ en paralelo con el shunt original de 5 mΩ. Así recortó la resistencia efectiva en un 83%, de modo que la tarjeta gráfica registraba un consumo menor del real. En la práctica, la potencia subió casi 1,5 veces, lo que permitió sostener frecuencias más altas durante más tiempo sin sobrecalentarse.
En la prueba sintética Solar Bay Extreme, el portátil modificado alcanzó 24.617 puntos: un 35% por encima de los resultados típicos de una RTX 4090 y alrededor de un 7,6% por delante de la media de la RTX 5090 Mobile. En otros benchmarks, como Port Royal y Steel Nomad, las mejoras fueron más contenidas, pero de media el sistema superó en un 3,5% a la RTX 5090 y en torno a un 20% a otros portátiles con RTX 4090. Para un equipo portátil, son diferencias que pesan.
Para lidiar con el calor extra, Avid sustituyó el metal líquido por almohadillas térmicas PTM7950 y mejoró la refrigeración del VRM con un Upsiren UX Pro Ultra. Señaló que la GPU ahora opera entre 80 y 84 °C, mientras que la CPU puede llegar hasta 90 °C, sin que aparezca throttling.
También limitó el voltaje de la GPU a 800 mV para equilibrar prestaciones y seguridad. El resultado es un portátil más silencioso y estable, capaz de entregar una potencia cercana a la de equipos de escritorio.
Lo que termina de llamar la atención es el precio: el portátil le costó apenas 1.600 dólares en el mercado de segunda mano y, tras la modificación, supera a modelos con RTX 5090 que se venden por bastante más.
Dicho esto, los expertos advierten de que toquetear a ese nivel entraña riesgos reales. Reducir la resistencia puede disparar las temperaturas, dañar componentes y anular garantías. Aun así, el caso de Avid deja ver el margen oculto que guardan muchas GPU móviles modernas cuando se relajan un poco los límites del fabricante.