Retroid Pocket 6 detiene preventas y escucha a la comunidad para un rediseño

La nueva portátil Retroid Pocket 6 ha generado tanta polémica que la compañía ha detenido las preventas. El dispositivo recibió rechazo inmediato de la comunidad: aunque los aficionados celebraron el precio y el chipset Snapdragon 8 Gen 2, el diseño físico se convirtió en el gran escollo. Una hilera de botones bajo la pantalla invade el área de visualización, y la cruceta situada en la parte superior se percibe poco práctica para los juegos modernos que dependen del stick.

Retroid ahora recoge comentarios para pulir el diseño. La mayoría de usuarios pide eliminar los botones inferiores y colocar el stick por encima de la cruceta. El enfoque recuerda al episodio de la Pocket 5, cuando los seguidores presionaron para que la RAM subiera a 8 GB. Mientras la Pocket 6 regresa a la mesa de diseño, la Pocket G2 sigue a la venta. Es probable que Retroid esté sopesando dos variantes de la Pocket 6 para contentar a distintos públicos, un compromiso que reflejaría con claridad la división de preferencias.

Llama la atención una flexibilidad poco habitual: pese a un arranque complicado, la empresa escucha y corrige el rumbo. No es lo común en el segmento de consolas portátiles con Android, donde los esquemas suelen quedar fijados desde muy pronto. Un rediseño meditado podría hacer que la Pocket 6 resultara más cómoda y competitiva frente a propuestas como Odin 2 o KONKR Pocket FIT, sin renunciar al sello Retroid que mantiene a los fans a bordo. Si la compañía cumple, esta pausa se leerá menos como una retirada y más como un reajuste sensato.